CONSTRUCCIONES sustentables y rentables

Fuente: Diario La Segunda - Suplemento: Día Mundial De La Eficiencia Energética

En Chile y el extranjero son cada vez más las edificaciones que cuentan con certificaciones de Eficiencia Energética, que se han convertido en factores diferenciadores.

Casas, edificios, hoteles. Sea cual fuera el destino del inmueble, lo cierto es que su diseño, construcción y operación impacta en el medio natural y social como cualquier otro elemento o actividad. Por ello es creciente la tendencia a dotar a estas estructuras de estándares de eficiencia energética, un factor diferenciador que los hace a la vez más sustentables y rentables.

La eficiencia energética en el rubro inmobiliario tiene como objetivo optimizar los recursos naturales y los sistemas de los edificios de nueva construcción, manteniendo los máximos estándares de confort.

«En los últimos años, este valor agregado que la eficiencia energética aporta a los proyectos se ha vuelto fundamental para el desarrollo sustentable del país y, por lo tanto, cada vez tiene mayor peso en el mercado inmobiliario internacional y chileno», explica José Antonio Kovacevic, gerente del Área Green Building y socio de efizity.

Es que cada vez es más común que tanto el sector privado como el público vean la eficiencia energética como un atributo fundamental a incorporar en el desarrollo de los proyectos de arquitectura, no solo por razones de responsabilidad social y ambiental, sino también porque ofrece ventajas comerciales.

«En la actualidad, tanto los inversionistas como los ocupantes de los edificios están más informados sobre los impactos ambientales y sociales del entorno construido, por lo que los edificios con mejores atributos de sustentabilidad y eficiencia energética son más valorados y, por tanto, mejoran su potencial de comercialización. Esto se traduce en una mayor velocidad de venta», explica.

Mercado nacional

Chile tampoco está ajeno a esta tendencia aunque con desarrollo diferente en proyectos comerciales y habitacionales. Cristián Yáñez, gerente de Eficiencia Energética y Construcción Sustentable de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, explica que en viviendas la incorporación de eficiencia energética ha sido más bien lenta, principalmente porque las constructoras no tienen la obligación de operar los inmuebles y, por lo tanto, no sienten la necesidad de sumar tecnología para el ahorro energético.

Tema que puede cambiar en el mediano plazo, pues cuando comience a funcionar la Calificación Energética de Viviendas, que actualmente es voluntaria, pero será obligatoria en uno o dos años, es probable que la ciudadanía tienda a comprar casas clase A o clase B, porque gastarán menos energía para calefacción y agua caliente, entre otras.

La situación de los proyectos comerciales en Chile, es decir, edificios de oficinas, hoteles, etc., es completamente distinta. «Ahí está interiorizada hace mucho tiempo la eficiencia energética, porque generalmente la gente que construye un edificio de oficinas o compra un hotel, lo opera, y le interesa ahorrar recursos en energía: pone, por ejemplo, los más modernos sistemas de aire acondicionado, porque es un negocio», apunta el especialista de la CDT.

Ciudades del futuro

José Antonio Kovacevic, de efizity, explica que en el ámbito internacional existe la tendencia creciente de apuntar a edificios y ciudades que consuman muy poca energía, lo que sin duda también llegará a Chile. «El futuro es el desarrollo de ciudades equitativas, integradas y sustentables con edificios con mayores estándares de habitabilidad y que sean capaces de, a través del uso de Energías Renovables no Convencionales (ERNC), ser autosuficientes».

En este camino, Chile está avanzando —a su juicio— gracias a varias iniciativas públicas y privadas, como el programa de Innovación en Construcción sustentable PICS de Corlo, el Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, la Calificación Energética de Viviendas del Minvu, la renovación del subsidio para Sistemas Solares Térmicos y, por último, pero no menos importante, la esperada entrada en vigencia de la Ley de Eficiencia Energética.

Sin embargo, queda mucho por recorrer, pues «las exigencias normativas son mínimas y las herramientas limitadas. Además, se deben superar obstáculos como la falta de capacidad técnica de los profesionales involucrados e información de calidad hacia los usuarios sobre la importancia de la eficiencia energética a nivel pais».

5 años es el período de retorno de inversión de aquellos proyectos que hayan incorporado tecnologías para asegurar la eficiencia energética.